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No son buenos tiempos para hablar de política, así que hablaré de cosas que claman a algún sitio, digo yo. ¿Qué se puede esperar de una gente que: ·        Utiliza un signo tan raro como la Ñ para hablar y escribir. ·        Que come y cena a horas completamente diferentes al resto de los países de su entorno cultural. ·        Que los hombres nos dejamos llamar “machistas” a pesar de que somos el único país en el que la mujer mantiene su apellido. ·        Que permitió que reinara un rey como Fernando VII que, hasta hace unos dos años, era lo peor que nos había pasado como súbditos que somos. ·        Que sus peores dictadores han muerto en su cama. ·        Que lleva muchos años intentando autodestruirse sin que nadie lo remedie. ·        …? Pues bien, eso somos, desde que, ironías de la vida, nos dejamos mandar por un alemán, hace de esto unos cinco siglos. Los alemanes lo hacen muy bien para ellos mismos, pero tratándose de nosotros, lo que se dice bien… No obstan

Hoy en día, todos los problemas humanos, ya sean pequeños o grandes, son síndromes. Que si a la vuelta de vacaciones tenemos el síndrome de las mismas, que si el de la cama vacía, el de estudiar demasiado…el último, el de la “cara vacía”. Este es el que vamos a tener cuando nos quitemos esa prenda a la que tanto cariño hemos cogido. No sé si quitármela porque me puede costar una pasta ir al psicólogo de turno a que me arregle. Ya he visto varios especialistas en este asunto, y eso que aún no nos la hemos quitado. Yo pensé que en síndrome era “un conjunto de acontecimientos que determinan una situación, relacionada con nuestra salud”. Ahora resulta que es cualquier grupo de tonterías que se le ocurra decidir a cualquier chaval, o no tanto, porque se le ha quedado blanca y el resto moreno. Ya no distingo entre síndrome y trastorno, y esto me está trastornando, la verdad. ¿Tendré algún síndrome, me pregunto? Voy a consultar con mi psicóloga de referencia a ver qué me dice. Yo creo que h