DESIDIA

 No puedo definirme como un gran trabajador pero me gusta observar a los que considero que sí lo son. Con trabajo, en esta acepción, me refiero a actividad que es capaz de generar riqueza, sea esta actividad cualquiera que sea tenida como movimiento, físico o intelectual, que de todo hay. Podría clasificar a las personas en función de lo que considero que se implican en esta cuestión.

Los más antiguos que conozco, me refiero a personas mayores como se les llama ahora, aquellos que vivieron la guerra y/o la postguerra son personas que hicieron sacrificios. Podríamos llamarlas SACRIFICADAS. Bueno! la inmensa mayoría claro está. Los siguientes en la escalera de edad, entre los que me encuentro, en su inmensa mayoría fuimos o somos ESFORZADAS. Aquí incluiría la mía y otra generación más. Más o menos hasta las 35 años de edad, por poner una raya imaginaria. Diría que, además de por edad, también estamos en un escalón inferior en el arte de estar en el ámbito de la actividad humana. Quizás, y esto sí es atrevido, la siguiente generación, podría estar en el escalón de los HARAGANES. Y esto lo digo aunque sé que es exagerado y generalizado. Es sólo una manera de clasificar como pueden ser las clases sociales. O sea, algo inventado pero que a mí me sirve y tal vez a alguien más.

Por último quiero referirme a la última generación, y vuelvo a advertir la generalización y la injusticia que puede parecerles a muchos de los lectores. Entrarían en la categoría de los DISIDIOSOS.

Como los dos primeros escalones considero que se entienden bien, explicaré mi idea de los dos siguientes. Los haraganes son aquellos que les cuesta hacer algo distinto para lo que se supone que se prepararon en las universidades especialmente. Ingenieros, abogados, médicos, etc.....son elitistas y el problema que tienen es que han entrado en el mundo laboral en un entorno que no premia sus títulos, aunque sí sus actitudes, en mi opinión. Los últimos, son aquellos que les cuesta hacer cualquier cosa y que lo único a lo que aspiran es a que les den todo hecho. Muchos de ellos también están bien o incluso, mejor formados que los anteriores (han estudiado en el extranjero, hablan idiomas, etc...). Pero no aspiran nada más a que les den un trabajo, y muy bien remunerado porque son como dioses. El asunto es que la sociedad les está castigando con escasos y mal pagados trabajos. No obstante ellos no mueven muchos dedos para hacer cosas distintas, para innovar, para arriesgar, etc. Y por supuesto, nada de esforzarse, por no hablar de sacrificarse.

Ah! y me olvidé de los más comunes: 

Los CUMPLIDORES. Aquellos que realizan sus actividades, sus trabajos o aquello que hayan decidido hace y lo hacen sin más. Lo hacen con profesionalidad y/o dedicación suficiente para cumplir, hacerlo como se debe hacer o como se les ordena. En fin que, afortunadamente hacen que las cosas funcionen y no sufren ni se esfuerzan porque conocen al dedillo la técnica o el método de lo que deben hacer. Constituyen la mayoría silenciosas y el mundo funcione bien desde el principio de los tiempos.

Y también están los VAGOS, que podrían ser como los anteriores, porque saben y pueden, pero no quieren, no cumplen ni con el mínimo o sólo a veces, cuando el zapato les aprieta y no tienen otro remedio. A veces cumplen y a veces te endosan lo que les corresponde. Pero no llegan a ser haraganes, sólo se escaquean cuando pueden y rehúyen cosas pero si las tienen que hacer, las hacen. Sólo si no pueden endosárselas a otros. Tienen poco interés en lo que les suponga salir de su continúa placidez del "dolce far niente". Abundan mucho, aunque no tanto como los cumplidores.

Perdón por mi osadía y que me perdonen los que se salen de esta burda clasificación que, aunque tiene algo que ver con las edades o generaciones, tiene muchísimas salvedades y casos aislados. Pero cuanto más observo y constato más me reafirmo en esta generalidad social. Al menos en esta sociedad que conozco. No me atrevo a decir lo mismo de las que no conozco, aunque me temo que las cercanas son bien parecidas.

Y ya no me arriesgo más, sea